En 2012, una alerta ciudadana llevó a la policía mexicana a una cueva en la frontera guatemalteca donde vieron una horrible escena de sacrificio en una cueva.
Unos 150 cráneos y otros restos óseos humanos yacían apilados en la cueva en el municipio de Frontera Comalapa en el estado sureño de Chiapas, según el New York Post. Al principio, la policía pensó que los sacrificios en las cuevas de Chiapas eran un espeluznante asesinato en masa moderno. La conjetura no era descabellada, dado que el área fronteriza entre México y Guatemala es un área famosa por el tráfico de personas moderno y la violencia extrema.
Ahora, después de una década de análisis químico e investigación de los restos recolectados de la escena del sacrificio en la cueva de Chiapas, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se ha llevado a una revisión radical de la teoría policial original. Un comunicado de prensa reciente del INAH anunció que la investigación ha demostrado que los restos del sacrificio en la cueva eran en realidad prehispánicos. Se cree que datan del período Posclásico Temprano (900-1200 d. C.), según Fox5.
La escena del sacrificio en la cueva de Chiapas también contenía los restos de una estructura de exhibición de altar de madera, conocida como a o tzompantli, que se muestra aquí, pero los cráneos de Chiapas estaban montados sobre postes y, por lo tanto, no estaban perforados a través de los templos. (Picyrl / Dominio público)
Los Sacrificios de las Cuevas de Chiapas: Restos de un Altar Ritual de la Muerte
Las sospechas iniciales de la policía mexicana de que los cráneos formaban parte de un reciente asesinato en masa fueron influenciadas por el hecho de que los cráneos no mostraban las características típicas de la mayoría de los sacrificios humanos prehispánicos en México, donde los cráneos estaban perforados por ambos lados. para montarlos en un estante de exhibición.
Sin embargo, los expertos que examinaron los cráneos de sacrificio de la cueva y lo que se encontró a su alrededor concluyeron que las víctimas habían sido decapitadas ritualmente. La nota de prensa del INAH señala que los científicos creen que se trata de un contexto funerario milenario y que efectivamente en la cueva de Comalapa existió un altar de sacrificios o tzompantli, una especie de expositor de trofeos. Los relatos de los conquistadores españoles en la década de 1520 mencionan haber visto tal tzompantli.
El antropólogo físico Javier Montes de Paz, investigador del Centro INAH Chiapas, dijo en el comunicado de prensa del INAH que hay varios factores que respaldan esta hipótesis. Una es que, si bien se han encontrado algunos huesos de fémur, tibia y radio junto con los cráneos, hasta ahora no se ha identificado un solo esqueleto completo. Esto le da peso a un contexto de decapitación ritual. “Aún no tenemos el cálculo exacto de cuántos hay, ya que algunos están muy fragmentados, pero hasta el momento podemos hablar de aproximadamente 150 cráneos”.
Los científicos también apuntan al registro de la Fiscalía General del Estado de Chiapas de 2012 que menciona rastros de palos de madera alineados. Los cráneos de las víctimas de sacrificios humanos en las culturas azteca y otras indígenas generalmente se colgaban de postes de madera usando agujeros martillados en sus huesos temporales y parietales. Sin embargo, los expertos creen que los cráneos de las cuevas podrían haber descansado sobre postes, lo que explicaría la ausencia de perforaciones. “Muchas de estas estructuras eran de madera, un material que desapareció con el tiempo y pudo haber derrumbado todos los cráneos”, señaló Montes de Paz en el comunicado de prensa del INAH.
A closeup of one of the Chiapas cave sacrifice victims, who were mostly female for some reason. (YouTube screenshot / USA Today )
All the Victims Had No Teeth And Were Mostly Female!
The INAH said that skulls belonged mostly to women, although they didn’t comment on why this was so. “We have recognized the skeletal remains of three infants, but most of the bones are from adults and, until now, they are more from women than from men.”
Curiosamente, los cráneos estaban casi todos sin dientes. Si bien los expertos aún deben establecer si las muelas fueron extraídas en vida o post mortem, en la región de Chiapas se han registrado precedentes de este tipo. En la década de 1980, 124 cráneos desdentados, encontrados en una cueva del municipio de La Trinitaria, fueron investigados por el INAH. En 1993, exploradores mexicanos y franceses descubrieron cinco cráneos colocados en una rejilla de madera en otra cueva del municipio de Ocozocoautla. Estos también carecían de dientes.
Montes de Paz hizo un llamado a la gente a respetar su patrimonio arqueológico y alertar de inmediato a las autoridades locales o al INAH cuando se topen con escenas que evidencien un pasado remoto. Las visitas no supervisadas de los lugareños pueden afectar el patrimonio arqueológico, a veces de forma irreversible. “El llamado es que cuando las personas localicen un contexto que probablemente sea arqueológico, eviten intervenir y notifiquen directamente a las autoridades locales o al INAH”, dijo en el comunicado de prensa del INAH.
El INAH pretende continuar explorando el escenario del sacrificio en la cueva de Comalapa. Tal vez se puedan encontrar algunas pistas para el rompecabezas de los cráneos desdentados. Las respuestas al misterio de por qué se sacrificaron más mujeres que hombres también pueden estar próximas. ¿Fue un reflejo de las relaciones de poder en la sociedad chiapaneca prehispánica? ¿O eran los sacrificios humanos femeninos más sagrados que los masculinos?
Imagen de Portada: La escena del sacrificio en la cueva de Chiapas, donde se encontraron alrededor de 150 cráneos desdentados, tal como se descubrió en 2012. Por Sahir Pandey
Fuente: INAH