Marte tiene dos lunas: Fobos y Deimos, pero no se parecen mucho a nuestro propio satélite. Ambas son pequeñas y tienen una forma tremendamente irregular. Un nuevo estudio aporta pruebas que sustentan una nueva hipótesis muy interesante sobre su formación.
Hasta ahora se creía que Fobos y Deimos no eran otra cosa que asteroides adquiridos que pasaron muy cerca del planeta rojo y quedaron anclados a él por efecto de la gravedad marciana. La forma irregular de estas dos patatas cósmicas y su pequeño tamaño (Fobos mide 23 kilómetros de lado a lado, y Deimos apenas 12) avalaban esta hipótesis.
Pero Amirhossein Bagheri, del Instituto de Geofísica del ETH Zurich tiene otra idea. En un nuevo estudio publicado en Nature Astronomy Bagheri y sus colegas formulan la siguente hipótesis: ¿y si Fobos y Deimos son fragmentos de una luna mucho mayor que quedó destruida hace tiempo?
La hipótesis de los asteroides capturados tiene sus propios problemas. El principal es que este tipo de objetos suelen describir órbitas muy elípticas y en planos muy aleatorios. Sin embargo Fobos y Deimos describen una trayectoria perfectamente circular en su órbita y alineada sobre el ecuador del planeta.
Las lunas de Marte son objeto de estudio porque se cree que terminarán por desaparecer. Fobos cada vez se acerca más al planeta rojo y se cree que en unos 40 millones de años el satélite terminará por caer sobre el planeta o se hará pedazos en el proceso, dotando a Marte de su propio anillo como los de Saturno o Urano.
Usando datos sísmicos recopilados por la misión Insight de la NASA, los investigadores han podido estudiar mejor la influencia de Fobos y Deimos en Marte, y así han ido delimitando las trayectorias de ambos satélites, solo que en lugar de hacerlo hacia adelante en el tiempo para conocer el futuro que les depara, Bagheri y sus colegas lo han hecho hacia atrás.
Las simulaciones muestran un dato fascinante. En algún momento del pasado. Fobos y Deimos estuvieron en el mismo punto del espacio. La idea de una órbita compartida sugiere que ambos objetos formaban parte de uno mayor que, por motivos que se desconocen, acabó destruido. Probablemente fue un impacto con otro asteroide, pero no se podría descartar que fuera la propia gravedad marciana la que rompiera su propia Luna. Es muy difícil determinar el momento exacto en el que tuvo lugar este cataclismo cósmico. Los investigadores calculan que fue hace entre 1 y 2,7 mil millones de años, que no es precisamente una horquilla pequeña.
La hipótesis es interesante porque permite explorar nuevas ideas sobre las circunstancias que convirtieron a Marte en el desierto desolado que es hoy. Sin embargo, la teoría de Bagheri no es compartida por toda la comunidad científica. Matija Ćuk, del SETI, explica que los datos del estudio son, cuanto menos, circunstanciales y que la idea de que ambos objetos formaban parte de una misma luna es poco plausible. Este investigador defiende la teoría de que Phobos sufre un destino cíclico que le lleva a despedazarse al acercarse al planeta para formar un anillo. Después los fragmentos del anillo se aglutinen formando nuevos satélites y el proceso vuelve a empezar en un ciclo que dura millones de años. La realidad es que aún sabemos bastante poco sobre las lunas de Marte. Probablemente pasará algún tiempo hasta que encontremos datos que demuestren alguna de las hipótesis sobre su formación. [Nature Astronomy y ETH Zurich]
Fuente: mundooculto.e