Los arqueólogos encontraron un entierro en canoa de casi 900 años de antigüedad de una mujer mapuche de 17 a 25 años en la región de la Patagonia argentina, cerca de la frontera actual de Chile y Argentina. El hallazgo reciente es el entierro en canoa más antiguo en el sur de América del Sur y el ejemplo más austral de esta forma de entierro en el continente sudamericano. Un estudio publicado en la revista PLOS One describe este importante entierro en canoa de la cultura mapuche, arrojando nueva luz sobre estas personas y sus creencias antes de la llegada de los españoles.
El entierro en canoa de Newen Antug y las tradiciones prehispánicas
El sitio de la Patagonia donde se encontró el entierro de la canoa mapuche y otros entierros ha sido denominado “Sitio Newen Antug”. El entierro se fechó fácilmente a partir de la cerámica característica del período de la alfarería tardía (fechada aproximadamente en 1140 dC) desenterrada en el sitio de excavación. La datación es significativa porque prueba que los entierros rituales en canoa se practicaban en la región mucho antes de que llegaran los conquistadores.
“Esperamos que esta investigación y sus resultados resuelvan esta controversia. La evidencia anterior era importante y se basaba en datos etnográficos, pero la evidencia era indirecta”, dijo Alberto Enrique Pérez, arqueólogo de la Universidad Católica de Temuco en Chile y autor principal del estudio.
También es importante señalar que este es el primer entierro prehispánico en canoa en toda la región. La canoa, que estaba hecha pedazos, fue identificada como un tronco de cedro chileno que había sido ahuecado a fuego.
El entierro en canoa de la Patagonia confirma los relatos etnográficos e históricos que atestiguan que los entierros en canoa prevalecen en gran parte de la América del Sur prehispánica.
“Al principio no entendíamos lo que veíamos, ya que era algo desconocido para la Argentina patagónica. Nos sorprendió gratamente”, dijo Pérez en un intercambio de correos electrónicos con Gizmodo.
La mujer del entierro en canoa nos cuenta mucho más
La mujer fallecida enterrada en la canoa ha sido nombrada Individuo 3 (con su entierro fechado aproximadamente en 1142 dC) para diferenciarla de los otros dos entierros encontrados en el sitio antes del hallazgo de la canoa. El estudio PLOS One solo se centró en el entierro de la canoa.
La persona 3 había sido enterrada boca arriba en una estructura de madera hecha a partir de un solo tronco de árbol, con los brazos sobre el torso y la cabeza y los pies levantados. Esto se dedujo después de que los 600 fragmentos de madera restantes de la canoa se pusieran bajo un microscopio.
Las canoas mapuches creadas a partir de la quema del tronco de un árbol y el corte de las secciones quemadas se conocen como “wampo”.
“Las fuentes históricas se refieren más a entierros en wampo o trolof [canoas de madera] entre individuos masculinos, pero eso es más reciente”, agregó Pérez. “El hallazgo de Newen Antug puede mostrar que era una práctica más extendida entre ambos géneros”.
Esta práctica era común en la cultura mapuche local de América del Sur, y se ha encontrado evidencia de tal quema en Chile, pero esta es la primera vez que se encuentra tal evidencia en Argentina.
A la mujer enterrada en la canoa también se le colocó una gran jarra junto a la cabeza, decorada con esmalte blanco y patrones geométricos rojos, también una novedad en esta región, informó Live Science. Estos motivos decorativos sugieren una conexión con la tradición del “bicromía rojo sobre blanco” de la cerámica prehispánica de ambos lados de la Cordillera de los Andes.
Los miembros vivos de la mujer del entierro en canoa prepararon sus restos de tal manera que pudiera embarcarse en su último paseo o viaje final a través de las aguas hacia “el destino de las almas”. La proximidad del sitio de entierro al Océano Pacífico y los lagos adyacentes sugiere que el agua fue un elemento natural muy importante en la vida del pueblo mapuche, que ha habitado la región desde el año 600 a.C.
Según las creencias mapuche, las almas muertas iban a “Nomelafken”, una palabra mapuche que se traduce como “al otro lado del mar”. Los recién muertos completarían un metafórico viaje en bote que duró hasta cuatro años antes de llegar a una isla mítica llamada Külchemapu, escribieron Pérez y sus colegas en el estudio.
Según Nicolás Lira, profesor asistente de arqueología de la Universidad de Chile, que no participó en la investigación, el hallazgo del entierro en canoa es muy significativo para la investigación arqueológica y antropológica en la región de la Patagonia.
Imagen de Portada: La joven fue enterrada hace más de 800 años en un wampo, o canoa ceremonial, que los investigadores creen que simboliza un viaje en barco a la tierra de los muertos.
Fuente: Pérez et al., 2022, PLOS ONE / CC-BY 4.0